El doble homicidio de María Victoria y María Norelia Correa Ramírez, perpetrado el pasado viernes en una panadería de Envigado, Antioquia, ha tomado un giro inesperado. Las autoridades investigan si el asesinato estuvo motivado por una millonaria herencia que las víctimas habrían designado a un único heredero.
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El crimen ocurrió en la panadería Pecositas, ubicada en la avenida El Poblado, cuando las hermanas Correa Ramírez se reunieron con su tercera hermana y un sobrino para celebrar su cumpleaños. Mientras esperaban su pedido, dos hombres disfrazados de domiciliarios ingresaron al lugar y ejecutaron el ataque.
Uno de los sicarios intentó dispararle a María Victoria, pero el arma falló, allí fue cuando el segundo atacante intervino y le disparó en la cabeza.
María Norelia, de 75 años, también recibió un impacto mortal en la cabeza. La tercera hermana fue herida en un brazo y el cuello, pero logró sobrevivir.
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Herencia y conflictos familiares: la principal hipótesis
Fuentes judiciales han señalado que las hermanas Correa Ramírez habían acumulado una fortuna de $3.000 millones, producto de inversiones y la compra de propiedades. Días antes del crimen, habrían decidido dejar todos sus bienes a un solo heredero, lo que pudo haber desencadenado el ataque.
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Luego del atentado, en los pasillos de la clínica donde fue atendida la hermana herida, se presentaron fuertes discusiones entre familiares, en las que hubo acusaciones directas sobre quién pudo haber ordenado el asesinato.
Las autoridades analizan videos de seguridad y testimonios para determinar si el móvil del crimen estuvo relacionado con la disputa por la herencia. Hasta el momento, no hay capturados, pero la investigación sigue en curso.
