Si se quedó solo en Bogotá esta Semana Santa, o si recibe visita de amigos o familiares, estos planes le pueden interesar:
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PANADERÍA DE BARRIO
La propuesta no tiene pierde: pan y café ricos, a un buen precio y en un lugar donde puedes comprar el pan del desayuno de la semana, es decir pan que te dure algunos días sin ser industrial. Artesa es una opción interesante porque no es un lugar de brunch, ni con mucho diseño, sino una panadería con una carta generosa y a buen precio. Es menos gourmet que las panaderías de masa madre de moda, pero el pan es rico y fresco.
“Hemos creado una propuesta de panadería cercana, con características sensoriales de frescura, sabor, aroma y propiedades nutricionales y digestivas reales, que puedes consumir en cualquier momento del día y al alcance de todos los presupuestos, eliminando la falsa creencia que la panadería artesanal es costosa y solo para ciertos paladares” dice Juan Manuel Martínez, su fundador.
Recomendados el pan de arándanos y un pan de temporada, el pan de fé, siete rollitos de harina de trigo, bañados con miel de caña, rellenos de arequipe y queso campesino, decorados con trocitos de galleta.
Artesa tiene tres sedes en Bogotá, Santa Paula, Colina Campestre y Cedritos.
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DESAYUNO EN EL CENTRO
El Charlie O es un sitio chiquito, con alma y con sabor. “Cocina popular colombiana” para desayunar delicioso; marranitas del Valle del Cauca, chivo de la Guajira, arepas, envueltos, changua, caldo de costilla, entre otras delicias de la cocina local, preparadas por el chef cartagenero Charlie Otero.
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Es un local esquinero, con paredes decoradas con chivas, canoas y palenqueras, donde se ha vuelto taquillero el plan de brunch el fin de semana. Mimosas, jugos de fruta de la casa, postres y buen café, complementan la carta corta pero bien curada. Deliciosos los ajíes.
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CAFÉ SAN ALBERTO
En la icónica casa de la calle 81 con carrera 11 de Bogotá, donde durante muchos años quedó Myriam Camhi, inauguraron hace poco una gran tienda de Café San Alberto donde la carta de desayunos, sánduches y postres es muy generosa.
Por supuesto que los rituales de café son los protagonistas, con preparaciones frías y calientes, bebidas espirituosas y sodas de café, pero han hecho una muy buena carta de cocina para acompañar esa oferta de bebidas.
Además hay innovaciones interesantes en productos de otras categorías como jabones, exfoliantes, bálsamos de café.
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INCORRECTO COCINA
Otro plan recomendado es volver a Usaquén, donde hay una verdadera joyita de barrio para comer cocina criolla moderna.
El chef Julián Molano y su socia Valeria Duarte reciben a cada comensal con calidez y hospitalidad. La carta incluye platos interesantes como su versión de lengua, costillas, bondiola, marranitas de pirarucú, arroz enchichado de pato y unos rollitos inspirados en los indios sotaquireños.
Además, tienen bebidas tradicionales como guandolo y una chicha hecha en casa realmente rica. Si el día está bonito vale la pena pasear por la plaza del barrio y si no, Catación Pública tiene un local al lado donde venden Café Heliconias, un café de especialidad muy aromático, y donde ofrecen varias opciones para aprender a catar café.
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