Durante la Semana Santa, la película La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson suele ser revisitada por su intensa representación del sufrimiento de Jesús. Una de sus escenas más enigmáticas ocurre durante la flagelación de Jesús, donde aparece Satanás, interpretado por Rosalinda Celentano, cargando a un extraño bebé con rostro adulto que sonríe mientras observa el castigo.
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Este “bebé demonio” fue interpretado por el actor italiano Davide Marotta, quien en ese entonces tenía 42 años y mide 1,15 metros debido a una condición de enanismo. Gibson eligió a Marotta para representar la distorsión del mal sobre lo puro, mostrando una figura maternal con un infante de apariencia perturbadora. Según el director, esta imagen simboliza “el mal distorsionando lo bueno”, utilizando la figura de una madre y su hijo para crear una sensación inquietante.
Marotta, nacido en Nápoles en 1962, ha tenido una carrera destacada en el cine italiano, participando en películas como Phenomena y Pinocho. Su papel en La Pasión de Cristo sigue siendo uno de los más recordados por su impacto visual y simbólico, además de la interpretación de Mel de este momento bíblico.
Esta escena continúa generando debate y análisis, destacando cómo el cine puede utilizar imágenes poderosas para hacer una oda a la situación en la que se encontraba Jesús y el conflicto que tenía con su fe durante el momento de su llamada “pasión”. Actualmente, David tiene 62 años y sigue dedicado a la actuación.
¿Por qué dicen que las personas se puede quedar ‘pegadas’ en Semana Santa?
Según algunos sacerdotes y líderes espirituales, la abstinencia sexual durante la Semana Santa se valora como una forma de preservar la pureza de los pensamientos y del espíritu. Estos curas sostienen que, en estos días de intensa espiritualidad, las relaciones íntimas pueden interrumpir el estado de meditación y la concentración necesaria para vivir plenamente el misterio de la Pasión y la Resurrección. De acuerdo con esta perspectiva, la abstinencia se entiende no solo como un acto de sacrificio, sino como una herramienta para mantener la conexión con lo divino y el espíritu santo.
En conclusión, la creencia de que tener relaciones sexuales en Semana Santa puede hacer que las parejas se queden pegadas es simplemente un mito popular. Se trata de una tradición que busca reforzar la idea de la abstinencia y el recogimiento durante esta época sagrada, sin contar con bases científicas o teológicas que lo respalden.