Una de las grandes esperanzas de nuestro país es poder tener buenas presentaciones en los torneos internacionales, deuda pendiente en los últimos años que ha quedado grande a cada uno de los participantes, siendo el Pereira el único en llegar a cuartos de Libertadores, al menos en esta década, y el Deportivo Independiente Medellín en la Copa Sudamericana hasta la misma fase.
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Esta temporada toda la esperanza está sobre los hombros de Bucaramanga, Nacional, Once Caldas y América, aunque dos de ellos ya comenzaron mal. Por un lado, Bucaramanga tenía la victoria contra Colo Colo en el bolsillo, pero el pecho se enfría, las papas queman y los colombianos demostramos nuestra falta de jerarquía, el partido terminó 3 a 3 con un sabor a derrota para los ‘leopardos’. Por el otro, Once Caldas dejó ver su deficiencia par competir a un nivel como este, quedando relegado contra Fluminense y empezando con el pie izquierdo, comprometiendo desde ya su paso de ronda.
América de Cali sí le cumplió al país e hizo sentir el poder del FPC
Uno de los equipos que más se preparó para el rigor que significa jugar una copa continental fue el América de Cali, que demostró lo que es tener buen plantel, buen cuerpo técnico y decisión a la hora de jugar, y por supuesto ganar partidos de alta exigencia como este, arrancando con una goleada bastante funcional, teniendo en cuenta que un gol puede representar la clasificación, o la eliminación, y que, contra la cenicienta del grupo, el Racing de Montevideo, hay que sacar la mayor ventaja posible ante Huracán y Corinthians.
Sin duda, una noche soñada para Barrios, Vergara, Holgado, Quintero, Ramos y compañía, que dieron una alegría grande a su gente y pusieron al ‘escarlata’ nuevamente en el mapa, donde llevaba años sin figurar, además del golpe de autoridad que esto representa, dejando saber a sus contrincantes que no será fácil vencer a los colombianos, y que, por el contrario, van a pelear por esta copa.
