Katerine Andrea Martínez, conocida con los alias de Gabriela o Andrea, fue la mujer que llevó el arma utilizada en el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en Bogotá. Su papel fue clave en la ejecución del crimen, según las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, y ahora se conocen nuevos detalles sobre cómo llegó al lugar de los hechos.
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Martínez se desplazó desde un apartamento arrendado en el barrio Danubio Azul, en la localidad de Usme, hasta Modelia, en la localidad de Fontibón, donde ocurrió el atentado. Para llegar allí, solicitó un servicio de transporte a través de una aplicación digital. El conductor del vehículo, cuya identidad se mantiene en reserva, entregó su testimonio a la Fiscalía.
Así llegó alias Gabriela a la escena del crimen: pidió transporte por aplicación para llevar el arma
Durante el recorrido, la mujer se mostró apresurada y nerviosa. “Ella me dijo que iba para Modelia a hacer un domicilio de uñas, que era la primera vez que iba allá”, relató el conductor, quien añadió que desde el inicio del viaje, la pasajera insistía en llegar lo más rápido posible.
Según su relato, alias Gabriela le dijo que trabajaba como manicurista a domicilio y que su esposo también era conductor de plataformas. Durante el trayecto, se mostró estresada, pidió permiso para fumar dentro del carro y habló en varias ocasiones por teléfono, aunque sin activar el altavoz.
En una de las llamadas, la mujer le comentó a su interlocutor que llegaría pronto, justificando el retraso por el tráfico. En otra, expresó su molestia con un supuesto jefe que, según dijo, la maltrataba verbalmente: “Me dijo que ese jefe que tenía es muy fastidioso y que iba a comenzar a gritarla, cuando llegara, delante de todo el mundo, y que pues por eso estaba aburrida y que se quería ir del país con el esposo para España. Yo seguí el recorrido por la avenida Boyacá, cuando llegamos a la oreja de la Boyacá con Esperanza, ella recibió otra llamada, tampoco la puso en altavoz y lo único que dijo es que ya llegué y me voy a bajar del carro y colgó”, contó el conductor en su declaración.
De acuerdo con la Fiscalía, el “cliente” que esperaba a alias Gabriela en Modelia era en realidad alias El Costeño, uno de los coordinadores del atentado. Su encuentro habría sido clave para entregar el arma que luego usó el menor de edad que disparó contra el senador.
La declaración del conductor se suma al material probatorio que vincula a Gabriela con la planeación logística del atentado y revela la manera en que se utilizó un servicio común de transporte digital para facilitar un crimen de alto impacto.
