El distrito acaba de lanzar una alerta amarilla en su red hospitalaria por congestión en urgencias. ¿Nos podría contar de qué se trata esto?
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Nuestros servicios de urgencias están hace más de ocho días congestionado, y especialmente este fin de semana vimos una proyección de aumento en las ocupaciones y nos obligó a tener una alerta amarilla. Las circunstancias están siendo complejas. Hay dos factores importantes que tenemos que tener en cuenta. El primero, el pico respiratorio. Está haciendo sol, lloviendo, frío, noches muy frías y estamos con una circulación de diferentes virus. Hay más de 192 virus circulando por la ciudad, pero especialmente en este momento tenemos influenza, tosferina y tenemos que cuidarnos, no lo tenemos, pero tenemos que cuidarnos de sarampión. Pero hay un segundo elemento que nos tiene mucho más preocupados que el primero, que es las diferentes situaciones por lo que está sucediendo en el sistema de salud, y eso también nos está llenando nuestros servicios de urgencia. Las personas que no les están entregando medicamentos en las diferentes EPS en este momento se descontrolan y, claro, llegan a nuestras urgencias públicas. Usted llama a pedir una consulta prioritaria y no se la dan, ¿dónde termina? En urgencias cuando el dolor es mayor y eso nos está colapsando. Le doy un dato: 13% de las camas hospitalarias hoy en las grandes clínicas de Bogotá pertenecen a otros destinos fuera de Bogotá, de todo el país. Como se están cerrando servicios o no tienen atenciones o no prestan servicios, están terminando acá en Bogotá.
¿Cuál es el plan de acción?
Alerta amarilla lo que quiere decir es que nos coordinamos entre todas las entidades EPS, IPS, Secretaría de Salud y por qué no, comunidad, para las acciones que correspondan para poder empezar a solucionar los problemas. Entonces estamos haciendo todas las actividades y todo lo que se necesita para desocupar camas. En este momento tenemos más de 1600 personas en hospitalización en casa, que eso es una estrategia que le está funcionando al Distrito para no tener la necesidad de aumentar camas hospitalarias. Segundo, tenemos un equipo de profesionales desde la Secretaría Distrital de Salud, mirando efectivamente la evolución de los pacientes para decir ya “paciente dado de alta”, pero resulta que no se va porque la EPS no le da el oxígeno para poder irse para su casa. Entonces estamos en ese trámite para garantizar que las personas efectivamente lleguen y puedan salir con su tratamiento. Eso nos va desocupando las las camas para poder tener una mejor resolutividad.
¿Recomendaciones para la ciudadanía?
Primero, vacunación. Estamos en pico respiratorio, es el primero del año. Vamos a tener otro pico en el mes de septiembre y necesitamos que la población se vacune contra influenza y todo el esquema de tosferina, sarampión y que nos cuidemos. El mayor cuidado es la vacunación. Segundo, pues no le busquemos males al cuerpo, por favor. Si las urgencias están llenas lo que menos necesita es que usted cometa una imprudencia en su hogar. El autocuidado ayuda.
¿Que tanto ha afectado la crisis nacional de salud al Distrito?
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Mucho, y lo hemos ido resaltando como distrito. Es más, tenemos un tablero de forma permanente en Salud Data, donde estamos monitoreando toda esta situación del país, a cada una de las EPS de Bogotá, cómo están sus estados financieros, cómo están sus atenciones, cómo están sus PQRS, cómo están las tutelas... cómo están los indicadores en salud, EPS por EPS. Estamos monitoreando todo para mirar el impacto directo y día a día de la situación. Sí estamos ante una situación de crisis, sí estamos ante una situación muy crítica, porque todo lo que dijo la Corte Constitucional en su sentencia de la revisión de la UPC tiene un trasfondo de vida, no es un trasfondo financiero nada más. Es que detrás de ese trasfondo financiero lo que hay es que las EPS no tienen el recurso suficiente para poder garantizar la salud de sus afiliados. Y cuando la EPS no tiene recursos suficientes, sencillamente trasladan una operación a unas IPS que también les han ido disminuyendo sus contrataciones en cuanto a frecuencias: yo a usted le contrataba $1.000 para atenderme a mil pacientes y hoy le estoy dando $800 para atender mil pacientes; en algún lado eso no cuadra, hay 200 pacientes que se quedan en el limbo, donde lo que sucede son agendas que se van corriendo, se van corriendo, se van dilatando.
¿Y la distribución de medicamentos?
Las gestores farmacéuticas son unas empresas que compran y venden. Así de sencillo. Y si usted no les paga, pues sencillamente no entregan. Y estamos acá como queriéndolas involucrar en que el modelo de atención en salud, en que la plata se la están guardando y no, son unas empresas. Yo a usted le compro, usted me suministra. Y lo que está sucediendo efectivamente es que como no les pagan los suficientes recursos, pues las gestoras farmacéuticas están regulando también los medicamentos de acuerdo al pago que les están haciendo. ¿Y eso qué implica? Pues que a usted no le están entregando la medicina. Y algo gravísimo cuando a usted no le entregan su medicamento, para la hipertensión por ejemplo, es que usted no se muere mañana, usted lo que está es descontrolado y las consecuencias las vamos a ver en cuatro o cinco años, cuando falla su riñón o falla su corazón. Por eso se llaman pacientes crónicos. Y se va a ver es en el mediano y el largo plazo el efecto de si usted se cuidó con sus medicamentos al día, con su dieta, con el ejercicio, con todo. Todos esos efectos son los que están sucediendo, y aquí estamos en discusiones grandilocuentes de que la UPC alcanza y el otro que no alcanza, mientras las personas sí se están muriendo o se van a morir.
La Secretaría creó un ecosistema que se llama Más Bienestar, en el que han tratado de trabajar con las EPS, ¿qué tanto ha afectado esta situación a ese proyecto?
Ese proyecto va bien y ese mecanismo lo establece la Ley 1438 y lo establece, por supuesto, la ley estatutaria y la Ley 715, que le da las competencias a los territorios para decir usted cómo se va a rascar las pulgas. ¿Por qué es así? Porque no es lo mismo un modelo de atención en salud en Bogotá, donde tenemos 17.000 prestadores de servicios de salud, donde hay una red pública y privada fuertísima para atender, a un modelo de atención en salud en el Chocó, donde efectivamente los hospitales están en malas condiciones. Más Bienestar es el modelo de atención que nosotros construimos para la ciudad de acuerdo a nuestras particularidades y a la territorialización, porque nosotros como ciudad tampoco podemos decir que Sumapaz sea igual que Chapinero o que Usme sea igual a Ciudad Bolívar. Son totalmente diferentes los territorios y nosotros tenemos que trabajar en ese sentido. Digo que vamos muy bien porque las EPS, incluidas las intervenidas, están trabajando con el modelo y en ese sentido el primer gran logro es que nuestra gente que trabaja en territorio, los equipos que van a buscar el riesgo en las casas, ya hoy no son solo de Capital Salud ni de las subredes, sino que son de todas las aseguradoras. Hoy no importa si usted tiene Sanitas, Nueva EPS, Famisanar, mi equipo llega a su casa. Ese es el primer gran paso que logramos y ahí vamos bien, pero ahí empiezan las dificultades. Ahí sí nos falta muchísimo porque yo lo atiendo con mi equipo en casa, pero resulta que usted necesita un examen. Entonces estamos en ese segundo paso de contratación con todas las aseguradoras y con todas las EPS para decirle venga, si usted vive y tiene una prestación del servicio en su territorio, yo no tengo que hacerlo trasladar a otro territorio. Resulta que usted es de Sanitas, por decir algo, y vive en Usme y le mandan sencillamente Medicina General y le toca agarrar un transporte tres horas para llegar al servicio más cercano que tiene Sanitas no sé dónde. Tres horas le toca a usted dejar a sus hijos o dejar a su familia cuando usted tiene el centro de salud con el médico general ahí al lado. ¿Por qué si es de Sanitas no le puede atender el mismo médico? Y eso es el segundo punto de contratación que estamos haciendo con las EPS para que cerca de su hogar efectivamente tenga.
Y, de nuevo, ¿las medicinas?
Ese es el tercer problema. Entonces ese médico le receta a usted su medicina y resulta que usted tiene que irse tres horas hasta donde el gestor farmacéutico que tenga Sanitas para reclamar su medicina. Entonces es una tercera contratación. Venga, démosela de una vez en el centro de salud, no importa de qué EPS sea. Eso poco a poco lo hemos ido avanzando y estamos logrando. Hay buenos ejercicios, pero finalmente así nos pongamos de acuerdo en Más Bienestar, que eso es lo que estamos buscando y que lo vamos a lograr, pues no podemos descuidarnos de que este problema estructural que le estoy contando nos va a afectar al modelo, porque finalmente si yo logro las contrataciones, si yo logro hacerles entender que tenemos que atender a la población cerca de su casa, de su hogar, independiente del prestador, sea público o privado, pero que le atienda a su hogar, ¿si finalmente no hay medicamentos, qué hago? ¿Si finalmente no hay oportunidad para las citas, yo qué hago? Y eso nos lleva al primer punto de discusión la dificultad que tenemos por la UPC insuficiente, por los problemas financieros y por todo lo que se está deteriorando del sistema desde lo estructural.