El racionamiento de agua ha sido una decisión difícil de tomar para la Alcaldía de Bogotá y una medida incómoda para toda la ciudadanía. Para el gobierno distrital del alcalde Carlos Fernando Galán los cortes de agua han resultado especialmente inconvenientes debido a que no se trata de una política popular. A los ciudadanos, además, les ha costado adaptarse a estar un día completo sin agua casi cada semana. Por ello, muchos se preguntan qué hace falta para que se acabe el racionamiento de agua en Bogotá.
PUBLICIDAD
(Lea además: Nivel de embalses presenta nuevo comportamiento: publican último reporte de la Alcaldía de Bogotá).
La pregunta se ha vuelto común en las ruedas de prensa de la Alcaldía de la capital durante los últimos días debido a que el nivel de los embalses ha empezado a tener una mejora sustancial. De hecho, está a 17 puntos porcentuales de alcanzar la meta trazada por el Distrito: llegar a una capacidad del 70 %.
El alcalde Carlos Fernando Galán se refirió al tema durante una intervención pública que hizo en la mañana de este miércoles 20 de noviembre. “Todavía estamos alrededor de un 10 % u 11 % por debajo del promedio histórico (del nivel de los semanas) de esta época. Entonces, si bien ha subido, todavía estamos por debajo. Vamos a monitorear esto permanentemente las próximas semanas para evaluar si se pueden modificar las medidas o no. Lo vamos a monitorear, depende de la evolución que tengamos de precipitaciones en los embalses”, advirtió el alcalde Galán en su intervención.
¿El racionamiento de agua ha tenido un impacto positivo?
Aunque ha sido una medida profundamente impopular, lo cierto es que según las cifras del Distrito y de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el racionamiento de agua sí ha servido para reducir el consumo de agua en la ciudad. Quienes más han reducido el gasto del recurso hídrico, de hecho, han sido los hogares de estratos altos y los habitantes localidades como La Candelaria, Tunjuelito y Los Mártires.
“El racionamiento nos ha permitido como ciudad, disminuir el consumo de agua y, con eso, hacer que el agua en los embalses dure más tiempo. Aunque el caudal ha aumentado en los últimos días, aún no llegamos a la un porcentaje de llenado que nos permita levantar las medidas de restricción del servicio”, indicó la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en la mañana de este 20 de noviembre.
Sin embargo, también se han registrado otras afectaciones como la ruptura de tubos, la baja presión o la suspensión del servicio de agua durante más horas de lo que se proyectaba en distintas zonas de la ciudad.