Barranquilla

Raras No Tan Raras: del activismo al llamado del tambor, una colectiva que transforma el Caribe desde la diversidad

Una colectiva feminista que mezcla arte, activismo y formación política. A través de la música folclórica, el “artivismo” y procesos pedagógicos, esta organización de mujeres diversas ha creado espacios de expresión, sanación y empoderamiento en clave interseccional, impactando tanto a nivel individual como colectivo en la región Caribe.

Foto de las integrantes de la Corporación LBT Raras no tan Raras en Barranquilla.
Jairo Cassiani Foto de las integrantes de la Corporación LBT Raras no tan Raras en Barranquilla. (JAIROC)

Lo que comenzó como una inquietud por encontrar espacios propios, seguros y libres de prejuicios para las mujeres sexo-género diversas en el Caribe colombiano, se ha convertido hoy en una organización sólida y vibrante, al ritmo de su propias letras y música desde lo que denominan su “artivismo”: la Corporación LBT Raras no tan Raras, A partir de esta juntanza, esta plataforma ha tejido procesos comunitarios, culturales y pedagógicos que han permitido que mujeres lesbianas, bisexuales, trans y no binarias puedan expresarse, encontrarse y sanar juntas desde Barranquilla hacia el Caribe.

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Madelyne Camargo, coordinadora de salud mental y una de las integrantes de Raras del Folclor, en diálogo con PUBLIMETRO recordó que los orígenes de la organización están marcados por la rebeldía ante los espacios “geocéntricos y gaycéntricos” que no reconocían las particularidades de las mujeres diversas. “Vivian Cuello, una de las fundadoras, decía que necesitábamos salir de esos lugares y crear algo solo para nosotras, incluyendo a mujeres trans, lesbianas y bisexuales. Rompimos muchos tabúes, incluso aquel que decía que las mujeres trans y cis (hetero) no podían compartir espacios seguros”, relató.

Foto de Madelyne Camargo, coordinadora de salud mental y una de las integrantes de Raras del Folclor.
Jairo Cassiani Foto de Madelyne Camargo, coordinadora de salud mental y una de las integrantes de Raras del Folclor. (JAIROC)

Fue así como surgieron alianzas con colectivos como Transgarte y se gestó el primer proyecto conjunto: un programa de radio que, años después, evolucionaría hacia formatos como el podcast con el apoyo de Vokaribe. “La radio fue el primer lugar donde nos escuchamos sin miedo, donde sentimos esa camaradería que tanto necesitábamos”, dijo Camargo.

En medio de este proceso, también brotó la apuesta artística de la organización. Durante la marcha LGBTIQ+ de 2018, Madelyne recuerda que no había representación visible de mujeres diversas en la tarima. “Fue un acto muy violento en términos simbólicos. Solo había un stand-up y ninguna otra voz. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos que estar en el escenario. Que debíamos hacer ruido”, afirmó abriendo sus brazos con efusividad.

De esa necesidad germinó primero la idea de una batucada, como expresión de fuerza y presencia en el espacio público. Pero pronto el grupo comenzó a preguntarse por qué no crear algo más propio, más de la sonoridad del Caribe. “Nos dijimos: ‘¿por qué una batucada si podemos hacer folclor?’. Somos mujeres caribeñas, tenemos ritmos propios. Y además, muchas ya teníamos experiencia musical”, contó Madelyne.

Así nació Raras del Folclor, una agrupación compuesta exclusivamente por mujeres sexo-género diversas que canta, baila y toca instrumentos tradicionales como tambores, maracas, guaches y campanas. La iniciativa no solo les ha permitido expresarse artísticamente, sino también sanar y construir comunidad. “Recuerdo cuando me subí por primera vez a la tarima, fue un momento muy fuerte para mí. Pensé: ‘Después de esto puedo hacer cualquier cosa’. Tenía miedo, nunca había estado frente a tanta gente, pero ahí me sentí viva, poderosa, libre”, expresó Kelly Torres De Alba, coordinadora de comunicaciones y representante legal de la colectiva.

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Foro de Kelly Torres De Alba, coordinadora de comunicaciones y representante legal de la colectiva.
Jairo Cassiani Foro de Kelly Torres De Alba, coordinadora de comunicaciones y representante legal de la colectiva. (JAIROC)

Más allá de la música, Raras No Tan Raras es un espacio de formación política, autocuidado y contención emocional. “En medio de los ensayos y los toques también hablamos de nuestras vidas, de nuestras historias, de nuestras heridas. La música nos conecta, pero lo que realmente nos une es sabernos acompañadas”, aseguró Camargo como coordinadora de Salud Mental.

La organización continúa trabajando en proyectos culturales, pedagógicos y de salud mental para mujeres diversas del Caribe, apostando siempre por un feminismo interseccional, antirracista y popular. Y en cada toque, en cada tarima, en cada tambor, suena la resistencia de mujeres que decidieron no pedir permiso para existir.

Cantar para sanar: las letras de Raras No Tan Raras transforman el folclor desde la diversidad

En medio de los arrullos del bullerengue, las palmas y las polleras con los colores del arco iris, la agrupación artística, Raras del Folclor, no solo rescata ritmos tradicionales, sino que también reescribe el contenido de esas canciones para hacerlas coherentes con sus vivencias, luchas y deseos.

Madelyne explica que el proceso de creación musical no fue solamente técnico, sino también profundamente político y emocional. “Nos empezaron a invitar a más espacios, y surgía la pregunta de qué cantar y a qué cantarle”, recuerda. Al principio, intentaron recurrir al repertorio tradicional, como Las olas de la mar, una canción que se interpreta desde la diversidad amorosa, pero pronto se toparon con letras que, aunque populares, reproducían violencias.

Foto de las integrantes de la Corporación LBT Raras no tan Raras.
Jairo Cassiani. Foto de las integrantes de la Corporación LBT Raras no tan Raras. (JAIROC)

“Había canciones que habíamos cantado en otros contextos, como Por debajito Tomás, que dice ‘para ver lo que tiene ella Tomás’. Ahí nos preguntamos: ¿por qué alguien tiene que levantarme la pollera para ver qué tengo debajo? ¿Por qué mi genitalidad debe ser objeto de escrutinio?”, recalcó Madelyne. Fue ese punto de quiebre el que llevó a la agrupación a repensar el repertorio y asumir una posición crítica frente a los contenidos que interpretaban.

Así nació la decisión de escribir sus propias letras, desde sus propias vivencias y sensibilidades. “No podíamos seguir reproduciendo violencia en nuestros propios espacios. Empezamos a hacer una curaduría consciente y dijimos: vamos a escribir lo que realmente somos, lo que sentimos, lo que vivimos”.

El proceso de creación colectiva estuvo acompañado por una alianza significativa con Orito Cantora y Jenn del Tambor, dos artistas que se unieron al sueño de fortalecer este proyecto musical feminista. “Nos acercamos a ellas con mucho respeto y les dijimos: ‘Queremos hacer esto bien, queremos tocar bien, queremos componer desde la verdad’. Y ellas nos ayudaron a ordenar lo que estábamos descubriendo”, afirmó.

Las canciones de Raras del Folclor son entonces testimonios musicales de mujeres que han sido históricamente marginadas. Sus letras hablan del amor entre mujeres, de la violencia estructural, del orgullo de ser caribeñas, de la dignidad de sus cuerpos y de la necesidad de habitar el espacio público sin miedo. En cada verso hay una denuncia, pero también una celebración de la vida.

Cantar, para ellas, es una forma de existir políticamente. “Hay una rebeldía hermosa en escribir nuestras propias letras. Es rebelarse contra las imposiciones, contra la tradición que nos excluía. Es decirle al mundo: también tenemos voz, ritmo y poesía”, concluyó Madelyne.

Raras No Tan Raras: herramientas digitales y espacios seguros para mujeres y personas de sexo-género diversas en el Caribe

La Corporación también fortalece procesos comunitarios con mujeres sexo-género diversas en el Caribe colombiano, desde un enfoque feminista e interseccional. Su labor se centra en crear espacios seguros, brindar herramientas digitales y promover el reconocimiento de identidades diversas, especialmente entre mujeres jóvenes y migrantes.

En sus escuelas formativas, imparten talleres prácticos sobre diseño digital, creación de campañas y producción audiovisual usando herramientas accesibles como CapCut. Más allá del contenido técnico, estos espacios fomentan confianza, redes de apoyo y participación activa, con una respuesta creciente del público. A pesar de los recursos limitados, las participantes se organizan solidariamente para garantizar el acceso de quienes más lo necesitan.

Raras No Tan Raras está conformada por mujeres de estratos populares, muchas sin acceso a recursos privilegiados, lo que refuerza su compromiso de hacer activismo desde lo propio y desde el arte. Su primer proyecto fue el cortometraje Galería de Mujeres, una denuncia sobre violencias cotidianas contra mujeres diversas.

Desde entonces, la colectiva ha consolidado su presencia en espacios públicos y de incidencia LGBTIQ+, con iniciativas como una cartografía urbana que identifica lugares inseguros para mujeres diversas en Barranquilla, visibilizando formas de violencia cotidianas e invisibilizadas.

Panorama y cifras de la violencia estructural contra la población diversa en el Atlántico

Durante 2024, la organización Caribe Afirmativo en su reciente Informe Anual de Derechos Humanos de Personas LGBTIQ+ en Colombia, titulado “Con permiso para despreciar”, registró siete homicidios de personas LGBTIQ+ en el departamento del Atlántico: cinco hombres gays o bisexuales y dos mujeres trans. Aunque la cifra representa una disminución del 46 % frente a los 13 casos reportados el año inmediatamente anterior, esta reducción no necesariamente indica una mejora en las condiciones de seguridad para la población diversa.

Más allá de los homicidios, el informe también evidencia otras manifestaciones de violencia estructural. En Atlántico se documentaron 13 casos de actos discriminatorios contra personas LGBTIQ+, además existen subregistros derivados de la mala praxis en procesos judiciales, el temor a denunciar por parte de las víctimas, lo que deriva en una mayor impunidad.

Para Sebastián Wanumen, PhD en musicología y etnomusicología y profesor investigador de la Universidad del Norte, el impacto de la Corporación Raras No Tan Raras en el Caribe colombiano avanza más allá de lo artístico. Su incidencia, afirmó, se manifiesta en dos niveles: uno directo, ligado a la creación de espacios seguros para mujeres sexo-género diversas, y otro más simbólico, vinculado a la inspiración colectiva que generan con su activismo y puesta en escena.

"Raras No Tan Raras ha tenido una incidencia en la vida de las mujeres LBT de dos maneras", señala. “La primera es directa, a través de la apertura de espacios seguros de encuentro. Las Raras organizan talleres, conversatorios, conferencias y eventos artísticos dirigidos especialmente a mujeres lesbianas, bisexuales y trans. Estos espacios, aún poco comunes pero en auge en Barranquilla y el Caribe, permiten a otras mujeres vivir su sexualidad plenamente —afectiva, socioemocional y políticamente—“.

La segunda forma de incidencia, explicó Wanumen, es más indirecta, pero igual de potente. “Con su activismo y sus intervenciones artísticas y performáticas, que ya se han vuelto icónicas en el Caribe, inspiran otros procesos colectivos de reivindicación de identidades sexo-género diversas. No solo han motivado la creación de nuevas iniciativas, como Caribenxs, sino también la cooperación con otras organizaciones como Matronas, Transgarte, Caribe Afirmativo o el Carnaval Gay de Barranquilla”.

Para Wanumen, el efecto de Raras No Tan Raras también se refleja en lo individual. A través de entrevistas que ha realizado como investigador, ha evidenciado cómo muchas mujeres LBT se sienten representadas por la colectiva y encuentran en su trabajo un punto de partida para el auto-reconocimiento y la auto-enunciación.

“Tan solo verlas en el escenario les da fuerza. Les permite comenzar a explorar identidades que muchas veces son ocultadas o rechazadas en el Caribe. Hay una resonancia emocional que se transforma en afirmación personal y política”.

“La Corporación ha sumado en el posicionamiento de las agendas políticas de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans”, afirmó Heriberto Mejía, director de la Mesa LGBTQ+ del Atlántico, al destacar la labor de Raras No Tan Raras. Su aportación va más allá de la visibilidad cultural: al articular espacios de participación y alianzas estratégicas, la colectiva logra que las demandas específicas de las mujeres LBT se incorporen en políticas públicas y planes de acción regionales.

Gracias a iniciativas como foros de incidencia, incorporación en comités consultivos y movilizaciones ciudadanas, las Raras han conseguido que temas como el acceso a la salud integral, la protección frente a violencias de género y la presencia en instancias de toma de decisiones dejen de ser marginales.

Belén Pardo, antropóloga y miembro del equipo coordinador de Vokaribe, destacó el impacto político, artístico y social de esta colectiva.

“Ellas no son las únicas, pero sí han jugado un rol crucial en Barranquilla. En un contexto donde la visibilidad LGBTIQ+ ha estado centrada principalmente en las necesidades de los hombres gay, su trabajo ha puesto en el centro las voces de mujeres lesbianas, bisexuales, trans y personas no binarias”, explica Pardo.

Han logrado, además, llevar estos temas a escenarios culturales y artísticos, particularmente a través de la música folclórica. “Con el folclor no solo subieron a la tarima, sino que llevaron estos debates a otros públicos. Han traspasado fronteras al convertir sus experiencias y demandas en canciones que conectan con audiencias más amplias”, señala.

Pardo también destaca que Raras No Tan Raras ha establecido vínculos estratégicos y solidarios con otras organizaciones de mujeres, tanto LBT como cisgénero, insertándose en diálogos feministas y en debates sobre representación y derechos de la población LGBTIQ+.

“Su trabajo ha sido doblemente potente: han fortalecido su identidad como colectiva con agenda propia, pero también se han articulado en red con otros grupos en la ciudad, el departamento y la región. Eso ha sido clave para incidir en temas como formación, participación política y acceso a escenarios de decisión”, puntualizó.

Hoy, la Corporación Raras No Tan Raras sigue tejiendo procesos con mujeres de Barranquilla, Soledad y otros municipios del Caribe, fortaleciendo redes de cuidado, producción artística y activismo comunitario. Y como dice Camargo: “Ya estamos instaladas. No vamos a soltar. Estamos aquí para quedarnos y sonar fuerte”, concluyó.

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