A escasos días del esperado fallo judicial en el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el testigo principal de la Fiscalía, Juan Guillermo Monsalve, sufrió una nueva complicación de salud. Monsalve fue trasladado de urgencia desde la cárcel La Picota, en Bogotá, a un centro médico tras presentar fuertes dolores en el pecho, en lo que sería otro episodio relacionado con sus antecedentes cardíacos.
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El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) confirmó que el recluso ya se encuentra estable y de regreso en su celda, ubicada en una casa fiscal dentro del penal, donde permanece separado del resto de la población carcelaria por razones de seguridad.
Una salud en riesgo bajo vigilancia
Este no es el primer incidente médico que enfrenta Monsalve por afecciones del corazón. Al menos en dos ocasiones anteriores ha requerido atención hospitalaria especializada. En esta oportunidad, el contexto elevó la preocupación, ya que el incidente coincidió con la recta final del juicio contra Uribe, cuyo sentido de fallo será anunciado el próximo lunes, en lo que ha sido considerado el “juicio del siglo” en Colombia.
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Monsalve, condenado a más de 44 años de prisión, ha denunciado en reiteradas oportunidades amenazas contra su vida. Entre otras cosas, asegura haber sido víctima de un intento de envenenamiento, motivo por el cual, según él mismo ha declarado, prepara personalmente sus alimentos como medida de protección.
La pieza central del caso Uribe
Desde 2011, Juan Guillermo Monsalve ha sido un nombre clave en el proceso judicial que enfrentará su desenlace en cuestión de días. Su testimonio inicial fue entregado al entonces congresista Iván Cepeda y apuntaba directamente a vínculos entre Álvaro y Santiago Uribe Vélez con el Bloque Metro, un grupo paramilitar que operó en Antioquia bajo la estructura de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).
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Monsalve sostuvo que dicho bloque fue conformado en la Hacienda Guacharacas, propiedad de la familia Uribe, una afirmación que, aunque cuestionada por diversas inconsistencias en fechas y propietarios, sirvió de base para que el caso tomara un nuevo rumbo. La denuncia inicial interpuesta por Uribe contra Cepeda terminó por revertirse, y desde entonces, el proceso ha derivado en acusaciones contra el expresidente por soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal.
Un juicio bajo tensión
El regreso de Monsalve a su celda tras superar la emergencia médica ocurre en un momento decisivo. Su testimonio sigue siendo considerado el más importante para la Fiscalía, y cualquier afectación en su estado de salud puede tener repercusiones en el desarrollo del juicio.
Por ahora, los ojos del país siguen puestos sobre este complejo proceso, que no solo enfrenta a dos visiones opuestas del conflicto colombiano, sino que también ha puesto a prueba la independencia y solidez del sistema judicial en un caso que podría convertirse en el primero en condenar penalmente a un expresidente en Colombia.
El desenlace se sabrá el próximo lunes, cuando se anuncie el sentido de fallo. La tensión crece, y los protagonistas del caso —incluido el propio Monsalve— enfrentan no solo la presión judicial, sino también riesgos personales que siguen latentes.